El desmedido aumento de los precios de la vivienda ha impactado en la población local, provocando que muchas familias malagueñas se hayan visto obligadas a abandonar la ciudad por la crisis de la vivienda en Málaga.
Colaboración el periódico La Opinión de Málaga para la columna «Málaga Solidaria».
Estamos sufriendo un crecimiento exponencial en el precio de la vivienda en los últimos años, que está generando una crisis de la vivienda en Málaga. Entre las causas: la falta de un parque de vivienda pública dimensionada, la conversión de miles de pisos en viviendas turísticas, la atracción de nuevos residentes provenientes de países con mayor capacidad adquisitiva y los inversores extranjeros que antes principalmente compraban en la Costa del Sol y que ahora fijan su interés en la capital, entre otras.
Según datos recientes del Ministerio de Transporte Movilidad Sostenible del Gobierno de España correspondientes al segundo trimestre de 2024, la vivienda libre en Málaga – tanto viviendas nuevas como de segunda mano- ha aumentado su valor de mercado un 9,8% en los últimos doce meses, dejando el actual precio medio en 2.400 euros por metro cuadrado.
Este fenómeno no solo afecta a los que buscan comprar, sino también a los inquilinos, quienes soportan alquileres cada vez más altos. De hecho, según el portal inmobiliario ‘Idealista’ el precio del alquiler de una vivienda en Málaga ha vuelto a batir récord en el mes de octubre, con un precio de 14,8 euros el metro cuadrado.
Este aumento desmedido de los precios de la vivienda ha impactado en la población local, provocando que muchas familias malagueñas se hayan visto obligadas a abandonar la ciudad, buscando alternativas hasta en municipios de la segunda corona metropolitana. Sus barrios tradicionales de Málaga se han transformado en áreas imposibles por el incremento de precios, un fenómeno que ya ocurrió en el centro, una zona ya solo asequible para las rentas más altas, y que se ha extendido como una gran mancha por toda la ciudad.
La falta de políticas efectivas para regular el mercado inmobiliario ha contribuido a esta crisis. Aunque el Ayuntamiento ha implementado recientemente alguna medida, estas acciones son claramente insuficientes ante la magnitud del problema. Es fundamental que se desarrollen estrategias de acción conjunta entre todas las administraciones públicas que prioricen el acceso a la vivienda digna para la ciudadanía. Esto podría incluir la promoción de viviendas de protección oficial, un mayor control y el cumplimiento de la normativa sobre limitación de viviendas turísticas y un control más estricto sobre la especulación inmobiliaria.
Además, es necesario abordar esta crisis entre todos los agentes que intervienen en el mercado de la vivienda: administraciones públicas, promotores inmobiliarios, los agentes sociales, el tercer sector y, sobre todo, la ciudadanía.