El espacio Málaga Solidaria de La Opinión de Málaga, que compartimos con Cruz Roja Málaga, Málaga Acoge y Arrabal, recogió el pasado sábado ( 27 de abril de 2019) el artículo de opinión de Mari Paz Estévez, directora del Centro de Protección de Menores Grazalema, gestionado por Prodiversa-Progreso y Diversidad. Puede consultar el artículo original aquí.
Existe en nuestra sociedad una realidad invisibilizada, menores que cada año deben salir de sus familias al ser objetos de situaciones que ponen en riesgo su desarrollo y su integridad. Son menores de entre 0 y 17 años, en su mayoría víctimas de malos tratos físicos, emocionales, abusos sexuales, abandonos y que, generalmente, no tienen cubiertas unas condiciones mínimas de protección en su ámbito cercano.
Cuando se escucha hablar de estas situaciones sentimos que esto no nos corresponde y está alejado de nuestras vidas. Se trata de la infancia desconocida. Esa infancia desconocida existe, y mucho más cerca de lo que podemos creer.
Para edades tempranas existen familias que acogen en el momento que estos niños/as deben salir de su entorno. Pero ¿qué pasa cuando tienen 7 u 8 años, hermanos/as que no pueden ser separados o traen una mochila tan cargada de malas experiencias y dolor que no se adaptan a una de estas familias? ¿Y con los y las adolescentes que llevan sufriendo años situaciones traumáticas o los y las menores extranjeros no acompañados que dejan tras el Estrecho a sus familias?
Para estas personas existen los Centros de Protección de Menores que acogen a niños/as de distintas edades que no pueden permanecer con sus familiares, en una situación de desamparo y bajo la tutela de la Administración. Así, basándonos en los Derechos Humanos y de la Infancia, Prodiversa lleva trabajando 17 años en la gestión de centros. Manteniendo un fiel compromiso hacia la infancia, reconociéndola como una población sensible y vulnerable a la que debemos dar respuestas a cualquier situación de riesgo.
Gestionamos dos centros en Málaga. Un Centro de Atención Inmediata, entrada al sistema cuando se detecta una situación de riesgo. Permanecen un periodo no superior a un año durante el cual se realiza una valoración integral y minuciosa de cada menor, familia y entorno social analizando aspectos psicológicos, educativos y sociales. Por otro lado, un Centro Residencial donde permanecen un periodo largo de tiempo hasta poder resolver la situación de riesgo.
En ambos se intenta reproducir un ambiente familiar, normalizar las áreas de desarrollo de estas personas. Damos especial importancia a la socialización, la integración e inclusión, escolarización y apoyo educativo, la orientación laboral para la preparación de la vida adulta, ocio y tiempo productivo o la educación en igualdad entre otros aspectos. Nuestro objetivo: que dejen de ser esa infancia desconocida y que sus mochilas cargadas no marquen su futuro.
Para ello contamos con equipos profesionalizados: Educación Social, Psicología, Trabajo Social… En sus acciones crean un entorno cálido y de calidad, que nos permiten realizar un trabajo eficaz con cada menor con la firme creencia de que estos niños/as se merecen ser felices.
“Nunca es demasiado tarde para tener una infancia feliz” (Tom Robbins).
Devolver la infancia feliz a nuestros niños y niñas es la mayor motivación y recompensa que Prodiversa recibe. Siendo lo que nos mueve y moviliza para seguir avanzando.