El espacio Málaga Solidaria de La Opinión de Málaga, que compartimos con Cruz Roja Málaga, Málaga Acoge, Arrabal e Incide, recogió el pasado sábado (17 de octubre del 2020) el artículo de opinión de Macarena López Cano, coordinadora del programa Caixa Proinfancia de Prodiversa-Progreso y Diversidad en la Palma-Palmilla. Puede consultar el artículo original aquí.
En Prodiversa, desde que comenzamos a trabajar, nuestro objetivo ha sido el de ayudar a mejorar las vidas de aquella ‘ciudadanía’ que ahora denominamos como vulnerable o en peligro de exclusión. ‘Ciudadanía’ lo entrecomillamos porque esas personas tienen limitado su ejercicio de derechos y obligaciones, y más ahora con esta pandemia que está arrasando en empleo, sanidad, educación, vivienda… Son muchas las variables que no se alinean para estas familias y sus menores.
De estos últimos quiero hablarles: menores vulnerables. Menores que, en pleno confinamiento han visto lo imposible hacerse realidad: no podían seguir sus clases y se iban quedando por el camino. 90.892 alumnos/as no universitarios se quedaron en el camino durante el confinamiento según los datos de la Consejería de Educación. Málaga ocupa la primera posición en alumnado desconectado durante el confinamiento en Infantil, Primaria, Secundaria, 18.407 personas sin conexión con sus centros educativos. Datos de los que poco más se sabe, ni siquiera la localización de las zonas concretas en las que se registró un mayor abandono de los centros escolares, lo que permitiría hacer un análisis más completo de la situación.
Sería fácil achacar las causas solo a una mera respuesta digital… Que hay y que existe, que crea desigualdades y que atenta contra el Derecho a la Educación. Lo hemos podido comprobar en Málaga, donde la brecha digital ha visibilizado y potenciado aún más la desigualdad en el sector educativo. Muchos menores se han visto abocados al fracaso escolar a pesar de tener los mismos deseos, inquietudes y afán de superación de cualquier otra persona. Lo hemos comprobado en la Palma-Palmilla, donde los niños y niñas con las que trabajamos han conseguido superar con éxito el pasado curso escolar a pesar de las desigualdades en medios digitales.
Pero centrarse solo en la brecha digital sería simplificar el problema de una Educación desigual, que lleva años sin dar respuesta a la población más desfavorecida. Los datos de Educación indican que el porcentaje de alumnado que se ha desconectado por otras causas diferentes al acceso a las nuevas tecnologías, es más del doble que por la brecha digital.
Muchas organizaciones, también Prodiversa, contamos con programas para trabajar con niños y niñas vulnerables de zonas desfavorecidas, como el programa de Caixaproinfancia financiado por la Obra social la Caixa. Hacemos grupos burbuja, educamos en corresponsabilidad, cuidados, salud e higiene para aplicar en el entorno familiar y social… Y apoyo educativo, profesionales que pueden ayudar y alentar a estos niños y niñas a aprender y a conocer los derechos de la ‘ciudadanía’.
Así, en esta situación de pandemia se ha puesto de manifiesto la enorme brecha digital que afecta gravemente al sistema educativo, pero también la desigualdad de la población en Málaga y en toda Andalucía que cercena el Derecho a la Educación y compromete el futuro de muchos de nuestros menores. Algo que no se solucionará (solo) repartiendo tabletas y tarjetas SIM.