El espacio Málaga Solidaria de La Opinión de Málaga, que compartimos con Cruz Roja Málaga, Málaga Acoge, Arrabal e Incide, recogió el pasado 25 de enero del 2021 el artículo de opinión de Patricia Aznárez Yáñez, técnica de Comunicación Social y Educación para el Desarrollo de Prodiversa-progreso y diversidad. Puede consultar el artículo original aquí.
El 3 de diciembre de 2018, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 24 de enero el Día Internacional de la Educación, con el objetivo de concienciar a las personas de la importancia de esta disciplina para alcanzar los objetivos de la Agenda 2030.
Tan importante es el papel de la educación para la construcción de sociedades sostenibles y resilientes, que se configura como un Objetivo de Desarrollo Sostenible en sí mismo (ODS 4: Educación de calidad) e imprescindible para alcanzar el resto de objetivos mundiales.
Pero cuando hablamos de educación, no nos referimos exclusivamente a la que se imparte en centros educativos -sin restarle la importancia que merece-; también nos referimos a la educación para el desarrollo (EpD en adelante), aquella que facilita la compresión de las diversas realidades globales, favorece la reflexión e incita a la movilización y participación ciudadana a favor de la transformación social. Así lo refleja la meta 4.7 del ODS 4:
De aquí a 2030, asegurar que todos los alumnos adquieran los conocimientos teóricos y prácticos necesarios para promover el desarrollo sostenible, entre otras cosas mediante la educación para el desarrollo sostenible y los estilos de vida sostenibles, los derechos humanos, la igualdad de género, la promoción de una cultura de paz y no violencia, la ciudadanía mundial y la valoración de la diversidad cultural y la contribución de la cultura al desarrollo sostenible.
En el contexto de inestabilidad actual propiciado por una pandemia mundial, la creciente popularidad de partidos de extrema derecha y la proliferación de discursos de odio -muchos de los cuales difundidos por estos partidos-, hacen evidente la necesidad de un enfoque educativo que promueva un cambio de actitudes y valores, y cree conciencia crítica. El problema radica en su escasa integración en los centros educativos, quedando relegado a talleres de corta duración facilitados por asociaciones y ONGDs.
Bajo el lema Cambiar el rumbo, transformar la educación, el Día Internacional de la Educación, trata de reflexionar sobre los cambios que hay que hacer para que la educación sea universal, inclusiva, equitativa y de calidad, que trabaje la EpD de forma transversal en todas las asignaturas, así como la perspectiva de género y de Derechos Humanos.
Solo así, educando y sensibilizando a la ciudadanía, alcanzaremos un futuro más sostenible, inclusivo y pacífico.